Priscila

Hace unas semanas hablamos de Henry, el protagonista masculino de la novela que escribí. En esta entrada hablaremos de ella, de Priscila. Ella es quien da esencia a esta historia y en cierto modo quien consigue que las cosas sean como deben ser y no como quieren los demás que sean.

En esta novela al contrario que la mayoría de novelas romántica quise darle la misma importancia a ella que a él. Hasta diría que Henry lo es un pelín más que Priscila.

Priscila es una diseñadora de ropa deportiva de treinta años, le encanta los coches, las carreras en circuitos y Henry. Tiene un pasado algo dramático del que cree que esta curada pero que al conocer a Henry se da cuenta que todavía hay restos que le persiguen de ese pasado con un ex egocéntrico, egoísta y poderoso.

No me inspire en nadie al crear a Priscila. Quienes han leído la historia me comparan con ella, pero os garantizo que no soy yo. ¡Ojalá! Quise que fuera morena y con ojos color chocolate porque creo que es algo inusual en esta clase de novelas, aunque una vez que creé a Priscila llegaron a mis manos alguna que otra novela donde la protagonista era con características similares. Priscila es lo que hoy en día llamamos una chica del montón, y no es una critica hacia ella ni para nadie, al contrario, es un alago que sea de lo más normal, del día a día, con sus paranoias, sus comeduras de cabeza y sus locuras. Ella siempre admiró a Henry como piloto de coches, por eso se vuelve muy chiquita a su lado aunque en ningún momento él quiere que eso pase. El pasado de ella y el presente de él no da pie a evitar que eso pase.

Por esta razón no puedo enseñaros ninguna foto de la persona que fue musa para hacer este personaje físicamente. Tendréis que imaginaros vosotros mismos como es y si leéis la novela a fondo creo que la descripción que hago de ella, así como sus gustos, son espectaculares para dejar volar la imaginación.

Vivir su historia es algo que sé que si Priscila existiera estaría feliz de que lo hicierais.

Vuela sIempre con el poDer de la mAgia