Julieta
- Mery
- 2 sept 2019
- 4 Min. de lectura
Comenzamos esta primera entrada en el nuevo blog de Meryjacander presentando a Julieta. Con ella las horas se fueron al infinito de perderse porque fue tan divertido dar vida a esta pelirroja que creo que se refleja en cada detalle que podéis ver.
Tras Julieta hay una historia que no podéis dejar de leer. Su nombre lo eligió una gran amiga y sus aventuras las creó mi cabecita loca. Aquí tenéis alguna de ellas. ¿Preparados?

Julieta.
Ella ama a los animales por encima de muchas personas y no es de extrañar porque estos le han dado mucha más vida que muchos humanos le han ido quitando. Decidió ser vegana con catorce años y aunque al principio fue duro, por la sociedad donde vivía poco a poco consiguió que aquello fuera algo de lo más normal entre las personas que le rodeaba, que al final es lo que importa.
La vida quiso que naciera en una de las ciudades más ruidosas y con alto grado de contaminación del mundo; Nueva York.
Ella que soñaba con poder aislarse de aquel ruido y del estrés cuando cumplió la mayoría de edad dejo su vida, su familia y los pocos amigos que tenía y se traslado a un pequeño pueblo de Escocia.
Os preguntaréis ¿Por qué Escocia? porque entre sus venas la sangre de una escocesa con cabellos del mismo color que el suyo le había contado muchas historias de aquellas tierras. Julieta ansiaba cada noche que su abuela le contara anécdotas de aquellos parajes de la naturaleza y no dudo que si algún día podía, ese sería el lugar elegido para vivir.
Según volaba las nubes, en aquel avión tan grande que cruzaba el Atlántico, recordó la vez que salvo a unos patitos de morir atropellados por los coches cerca de aquel parque que se situaba frente a su casa en Queens. También le vino a la cabeza el día que adopto a Niebla, un gatito blanco abandonado que dormía cada noche en el escalón de su portal, el día que lo vio por primera vez la conexión fue tan grande que no dudo en cogerlo, llevarlo al veterinario, darle de comer, lavarle y hacerle un hueco en su cama. Después vinieron otros muchos animales más: perros, conejos, una cobaya y más gatos. Su pequeña casa se convirtió en un pequeño santuario donde cualquier animal era bienvenido, pero ella quería más.
Su idea en Escocia era crear un refugio para animales maltratados o abandonados. Daba igual la especie. Quería que aquella historia del "Arca de Noe " que tanto escucha a su tía se hiciera realidad, sin diluvio claro.
Cuando aterrizo, un chaval de su edad esperaba inquieto con un cartel en las manos con el nombre de JULIETA en letras mayúsculas. Había localizado a una vieja amiga de su abuela que le daría cobijo para algunos días mientras ella conseguía su objetivo. Aquel muchacho era el nieto de esta.
Y en aquel pueblo aislado de la mano de Dios. Con el dinero de la herencia de uno de sus tíos (ser la sobrina favorita es lo que tiene) consiguió comprar un terreno que podría ir ampliando a medida que fuera ahorrando. Lo vallo con ayuda de aquel muchacho tímido que le espero en el aeropuerto aquel primer día. Él se convirtió en su gran apoyo. Juntos construyeron las áreas de cuarentena, la enfermería y todo lo prioritario que sabían que iban a necesitar para poder salvar vidas. Reformo una pequeña cabaña de madera que seria su nuevo hogar, humilde pero confortable. A los meses los animales que tuvo que dejar en Nueva York llegaron sanos y salvos. Fueron los primeros habitantes de aquella reserva y poco a poco lo fue llenando de vidas que agradecían a diario haber sido rescatados de la mano humana. Finn que así se llamaba su gran apoyo allí, se convirtió en su mano derecha en el cuidado de los animales, sin él todo hubiera sido mucho más difícil llevarlo a cabo.
Una noche de invierno y con una fuerte lluvia que no había cesado en horas, el gamo Thor dio con su cornamenta en el cristal de la ventana de la cocina. Julieta que preparaba la cena para Finn y para ella, se asomo a riesgo de empaparse. Vio que a su lado estaba Noa, una cabra que encontraron un día en medio de la carretera y Capi una gallina que por fin había podido conocer a sus hijos dejando incubar sus últimos huevos.
Algo pasaba. Thor no suele llamar su atención si no es por una causa. Finn no había vuelto del bosque y los caminos comenzaba a ser barrizales difíciles de caminar. Sin pensarlo, apago el fuego de la caldereta de verduras que estaba haciendo. Se calzo sus botas de agua verde musgo, cogió dos linternas, una bolsa de primeros auxilios que siempre tenia preparada y con impermeable en mano se lazo al bosque seguido de Thor, Noa y Capi. ¿Le habrá pasado algo a Finn?
¿Queréis que la historia continué? lleguemos a las 100 visitas en la historia de Julieta y la segunda parte estará en camino ¿Estará bien Finn? ¿Conseguirá Julieta encontrarle?
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