top of page

Juzgar sin saber: 28/06/2019

  • Foto del escritor: Mery
    Mery
  • 28 jun 2019
  • 3 Min. de lectura

Comienzo esta entrada del blog, después de tanto tiempo sin escribir en el, con algo que me paso ayer y no se muy bien como asimilar, pero antes quería deciros que en la sección de "Mery González" (vamos yo) será una sección destinada a un mini diario de las cosas que me pasen con un toque de critica y si ya de paso dejáis vuestra opinión, por eso de ayudar un poquito, pues mira mejor que mejor.


Veamos como empiezo sin desvelar mucho la identidad del protagonista de esta historia y este día.

Como alguno ya sabéis desde hace unos meses deje de comer carne, CUALQUIER TIPO DE CARNE (eso quiere decir cerdo, pollo, ternera, cordero... y jamón serrano, porque señores el jamón serrano es carne que yo sepa, así que por favor dejad de preguntarme si también lo he dejado porque si, lo he dejado). Os contare primero, brevemente como fue el proceso, porque soy de la parte que radicalmente no puedo dejar las cosas, necesito un tiempo de adaptación.


Primero deje de comer carne poco a poco. Comencé a hacerme yo la comida de toda la semana y a añadirle solo verduras y productos vegetales. Solo comía carne los fines de semana cuando iba a casa de mis padres o en alguna comida fuera de casa. Un día decidí que lo último que comería sería el pollo de esa ensalada que tenía delante de aquel viernes de hace 19 semanas (lo cuento por semanas porque se que fue viernes pero no que día y no quiero contar hacia atrás para descubrirlo). Como os decía, aquel viernes tome una decisión que hasta me daba vergüenza reconocer, como si hacerlo fuera algo malo.


Y ahora diréis ¿y el pescado? pues con el pescado voy por el mismo camino. Terminare dejándolo también porque cada día como menos y llegara un día que diré bye solo vegetales, legumbres, cereales... lo que la tierra nos da.


Bueno que me lío y no llego al asunto clave. Tras casi 5 meses que me siento mejor que bien. He perdido peso y estoy menos hinchada. Los dolores menstruales han cesado (increíble) y el dolor de cabeza casi diario solo aparece muy esporadicamente.

Ayer alguien que hace muchos años fue especial, esa persona que un día hasta vi un futuro, pero que ahora tras tantos años sin apenas tener una relación más allá de las felicitaciones de cumpleaños (y a veces ni eso), me juzgo por no comer carne. Como si dejar de hacerlo fuera el mayor delito del mundo y como si mi cabeza fuera de serrín y no supiera pensar por mi misma. Nadie me ha dicho que lo hiciera. Nadie me ha aconsejado hacerlo. Nadie me ha dicho lo que debo hacer. De pronto me vi como hace diez malditos años. Cuando era insegura y que todo lo que esa persona me dijera tuviera que hacerlo.

Alucine un poquito. Lo hice porque gente de mi entorno más cercano, que de verdad me conoce, no me han juzgado por esto en ningún momento. Cuando voy con amigos a comer fuera piensan bastante en mí. Elegimos sitios donde saben que habrá algo que pueda comer y siempre piensan en mí. En ningún momento les he escuchado quejarse porque en mi menú no aparece un trozo de carne. Sin embargo esta persona que no me conoce de nada (porque es la realidad pura y dura después de diez años) si lo hizo.


Resumiendo todo este rollo que os he metido, porque necesitaba hacerlo o iba a explotar.

Que haya dejado de comer carne, que piense mucho más en lo que como, lo que cocino, descubrir nuevos sabores, investigar sobre los alimentos, sentirme mejor... es un conjunto de: pensar en la naturaleza que es maravillosa. Experimentar que se puede comer rico y sano sin hacer daño a los animales. Notar que los dolores desaparecen y los ibuprofenos se dejan en el cajón. Crear un nuevo habito y salir del círculo de confort, eso siempre es bien, sabiendo que es el futuro y el futuro somos nosotros mismos.


No penséis que me afecta, pero me molesta. Ya me lo dijeron mis compis de oficina: «Oirás mil veces juzgarte por no comer carne» pero siempre pensé que sería de gente ajena a mí, no de gente que un día casi es futuro.


Y después de este coñazo de texto, que me estoy viendo venir que sera mucho más común de lo que yo imaginaba, os dejo con una foto que me hizo mi amiga Elsa en un sitio llamado Honest Greens donde los falafel y el hummus están para morir de lo ricos que están.



Buen fin de semana familia.


コメント


© 2023 by Salt & Pepper. Proudly created with Wix.com

bottom of page